“La sexualidad no es una actividad de ocio ni de horarios prefijados.
Es una forma de ser”
Alexander Lowen
Etimología
La palabra Tantra tiene muchos significados: la parte esencial, el rasgo característico, armazón, doctrina, regla, etc. Literalmente, el término sánscrito tantra significa “tejido”, “entretejido”, “entramado”.
Está formada a su vez por dos raíces: Tan, que significa expansión o extender, y Tra o liberación. En sentido técnico, Tantra significa «continuidad«, es decir, la continuidad entre el cuerpo y la mente, entre la realidad externa y la interna, entre la trascendencia y la inmanencia… Pero la definición tradicional de Tantra es «aquello que extiende la sabiduría».
Breve Historia
Siva dijo…El sexo es la energía básica. El Tantra la aprovecha, la transforma.
Las raíces del Tantra se pierden en la noche de los tiempos. Muchos de sus principios místico-iniciáticos son pre-védicos, y tienen una antigüedad de más de cinco milenios. Antes de los Vedas y posiblemente relacionado con las semillas del taoísmo que aparecióen China, se conoce la existencia de una religión y un chamanismo tántrico.
Hay autores que asocian el Tantra a la tradición dravídica que se extendió desde la India hasta el Mediterráneo durante el neolítico, antes de las invasiones arias: una tradición oral transmitida por las mujeres que pervive aún hoy en los pueblos del sur de India.
Mientras hay investigadores que fijan los comienzos del Tantrismo en los antiguos cultos del periodo védico, hay quienes detectan elementos tántricos ya en las civilizaciones pre-védicas de Harappa y Mohenjo Daro, del tercer milenio a.C.
El Tantra comienza a sistematizarse como cuerpo filosófico en la India, a partir del siglo IV, cuando surge un movimiento filosófico, esotérico y espiritual que ejerció una gran influencia en el hinduismo, el budismo y otros sistemas espirituales por toda Asia.
Hoy en día el Tantra existe en sus en variantes hindúes, budistas, jainas y bönpo en países como Birmania, Bután, Camboya, Corea, China, Indonesia, Japón, Mongolia Nepal, Pakistán, y Sri Lanka. En el hinduismo contemporáneo es una de las tres escuelas más importantes (junto al shivaísmo y el vaishnavismo), y dentro del budismo tibetano es la principal escuela.
Según algunas fuentes, esta doctrina se basa en un conjunto de escritos llamados Tantra que —según dice la tradición— aparecieron aproximadamente en el siglo VI a.c. de la mano de Siddharta Gautama (el Buda histórico). Los Tantras, son poemas herméticos que recogen las enseñanzas en clave simbólica, lo que dificulta su comprensión sin la ayuda adecuada.
En el Tantra hinduista, el eje principal sobre el que pivotan la mayoría de las escuelas es la idea de shakti, la energía, el principio femenino de la existencia cósmica, la Diosa. En su afán por la liberación el practicante celebra ceremonias externas de adoración (pûjâ) de la feminidad Divina, pero también mediante rituales internos.
El objetivo del tantra es la reintegración del individuo en la conciencia pura -Śivá-, y de la energía –Shakti-, el vehículo mediante al cual la conciencia individual se une con la conciencia pura o divinidad. Entiende el hombre y el cosmos como un todo unido, como una inmensa red unificad: íntimamente relacionado con la naturaleza y sus energías, se sirve de diversas técnicas de meditación, ceremonias, y de técnicas para la sublimación y transformación de la energía sexual en energía espiritual, o para la instrumentalización mística de la relación sexual.
El Tantra Yoga trabaja con la energía –shakti- que Willhem Reich llamó orgón, ubicada en el segundo chakra, el Tao Tien -almacén del chi en el Tao-, hara, o Centro Uno en Japón. En occidente, esta zona del cuerpo va adquiriendo mayor relevancia: aunque antes se la llamó “el segundo cerebro”, está ganando status de primer cerebro debido al gigantesco número de conexiones neuronales que la conforman, cuyos neurotransmisores, además, son mucho más potentes que los cerebrales.
En Occidente no debemos confundir el Tantra con sus tradiciones y convenciones que nos resultan lejanos en tiempo y espacio, y por ello carecen de significado para nosotros. Lo útil es extraer la esencia de esta filosofía y esta visión del mundo para transformarla en algo valioso a la luz de la mirada occidental.
¿Qué es tantra?
Tantra es el culto al Éxtasis. Parte de la base de que todo en el universo es resultado de un acto de amor, que es nuestro estado natural. Nos facilita las herramientas para recuperar ese estado que nos pertenece por derecho, confiar en nuestra sabiduría interna y retornar a la alegría natural por estar vivos en cada instante.
Es la Tecnología del Deseo. Es hacer consciente el verdadero deseo para enfocarlo, concentrarlo y conducirlo. En apariencia el deseo es la causa de toda insatisfacción, pero si logramos dirigirlo, puede convertirse en fuente inagotable de placer.
Es el arte del Amor Consciente, es trascender la forma mecánica del placer para entregarnos y fusionarnos con la persona amada, y con cada cosa que hagamos: hacemos el amor con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con el mundo.
En este sentido es el Culto a lo femenino, a la Diosa, a la mujer, el desarrollo de la sensibilidad, de la vivencia intensa del AMOR, sin miedo a perderlo.
Tantra es Integración de nuestras contradicciones: mente/cuerpo, consciente/inconsciente, pensamiento/acción, actitudes femenina y masculina. Integrando los opuestos complementarios conocemos la plenitud de nuestra dimensión humana. Desde la completud nos relacionarnos con el otro para celebrar la vida, logrando unas relaciones más plenas y satisfactorias.
Tantra es Acción, es no esperar a que “seamos” para actuar. Es hacer lo que hay que hacer en cada tiempo y lugar. Es no quedarnos paralizados frente a las decisiones que la vida requiere de nosotros. Actuar con lo que tenemos, lo mejor que podemos en cada momento.
Tantra es Expansión. Pasamos por encima de las restricciones que a veces boicotean nuestro propio placer, conectamos con nuestro centro y desde allí expandimos la energía creadora. Nos entregamos a la tarea con amor y sacralizamos cada cosa que hacemos.
Tantra es Transformación: transforma el deseo en un combustible destilado, el veneno en medicina, la insatisfacción en satisfacción. Transforma nuestra pequeña visión de nosotros mismos en algo revolucionario: somos dioses; con sus virtudes y sus defectos, pero dioses al fin. Solo desde esa autoimagen podremos abordar cualquier empresa.
Tantra es acceder al Conocimiento sin rodeos, de forma directa. No es un conocimiento intelectual al que llegamos a través de la lógica dual; lo en-carnamos, lo in-corporamos para que entre a formar parte de nosotros.
Tantra es Entretejer. Cuanto más firmes sean los lazos que nos unen a quienes amamos más seguros nos sentimos. Sólo a través del compromiso con nosotros y con los seres amados podremos realizar nuestro verdadero potencial, desarrollar nuestro don: aquél para el que estamos capacitados mejor que nadie.